De pequeño, mi madre me decía que dejara de ver la televisión y me pusiera a hacer cosas más interesantes. Hoy en día tengo que agradecérselo, ya que si eso no fuera así jamas habría leído. Y de tanto como leí cayó en mis manos el cómic Los muertos vivientes (the walking dead) de Robert Kirkman. Actualmente veo que estoy rodeado de esos muertos vivientes y que el virus que los ha corrompido ha sido esa mal llamada caja tonta, que de tonta no tiene un pelo, pero que si atonta a las mentes. Una frase de Horkheimer ilustra perfectamente esta teoría: “Lo que hoy en día se conoce con el nombre de entretenimiento popular, responde en realidad a una necesidad creada artificialmente por la industria de la cultura, manipulada por ella y, por consiguiente, depravada”.